TESTIMONIOS




La señora Felicia, panameña, declara que la policía les cobra 30 dólares por pedir dinero en las calles de Costa Rica. Lastimosamente no dimos con el paradero de la madre que fue separada de sus dos hijos quien regresó a Panamá un día después. Desconocemos cuál fue la oficina del PANI que atendió este caso. Estas mujeres con costos pueden hablar español o conocer sobre herramientas jurídicas, es casi imposible volver a reunirles. 






Otra familia panameña que se ve afectada por la situación de pobreza debido a la falta de oportunidades por la negligencia del gobierno panameño. Mujeres, ancianas, niñas y niños visitan Costa Rica por un lapso de 15 días para pedir una colaboración del pueblo costarricense en las calles de las principales ciudades. Lastimosamente el Patronato Nacional de la Infancia aborda este tema de una manera poco objetiva y les quitan a sus hijos, basándose en protocolos generalizados, sin entender la cosmovisión de los pueblos indígenas quienes deberían ser juzgados desde otra perspectiva, y por lo tanto muchas familias ngäbere sufren ya que volver a recuperar a sus niños es algo sumamente complicado por factores culturales, de idioma, económicos, sociales, etc. Urge que los gobiernos se pongan de acuerdo para tratar este delicado tema, ya que sabemos de otros casos en donde a las ngäbere les han quitado a sus hijos pero desafortunadamente desconocemos el paradero de algunos padres quienes tuvieron que irse de suelo tico por falta de recursos económicos y no les quedó más remedio que dejar a los niños a la merced de dicha institución. Quitarle un hijo a una madre es el acto más violento que se puede cometer en contra de la dignidad de una mujer. Las mujeres quedan completamente destruídas a nivel psicológico, sin fuerzas, sin ánimos, no saben de herramientas jurídicas, ni siquiera les brindan un traductor y mucho menos un abogado, alegando que "ellas entienden bien el español". El PANI podría considerar modificar sus políticas internas y abordar esta problemática actualizándose en temas indígenas, quienes en este caso son la población más vulnerable de nuestra sociedad. Se le pide al gobierno de Costa Rica el respeto de los derechos humanos de estas mujeres y sus hijos haciendo un llamado de atención a las instituciones pertinentes, por sus políticas obsoletas respecto al tema humanitario y en derechos humanos de los pueblos indígenas.



                                       Testimonio de una mujer de la etnia ngäbe buglé panameña


Testimonio del dueño del hotel Corobicí lugar de estadía para muchas de estas señoras, jóvenes y niñ@s 


Testimino de una joven madre de dos niños 


 



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